En esta época decembrina es muy común celebrar la tan esperada navidad con fuegos artificiales, no sólo el 24 y el 31 sino a lo largo de todo el mes de diciembre e inclusive antes. Existen una repleta variedad de estos juegos pirotécnicos que disfrutamos tanto ver en el cielo en noches de celebración, pero lo cierto es que no sólo es un gasto innecesario en el presupuesto del venezolano, si no que pone en peligro a las personas a nuestro alrededor, a nuestras mascotas e inclusive a nosotros mismos sin mencionar que contaminan la atmósfera debido a que están constituidos por pólvora y otros materiales contaminantes.
Por estadística se puede asegurar que cada vez que lanzan un “mata-suegra” o un “tumba-rancho” por dar algún ejemplo, nuestras mascotas corren sin cesar, emiten ladridos continuos en el caso de los perros, algunos producen salivación excesiva, aumentan sus latidos del corazón y en algunos casos terminan con problemas psicológicos prolongados, y estos síntomas son una manera elaborada de decir que el animal entra en pánico, ya que el ruido de igual manera que produce estrés y desconcierto en los humanos lo hace en los animales.
Cabe destacar que los petardos explosivos que usan para celebrar la navidad, sobrepasan los 85 decibeles que puede soportar el oído de los canes, llegando hasta los 120 decibeles lo que aturde a los perros causando, en casos extremos, que huyan de casa, por lo que se recomienda que el dueño se mantenga en contacto directo con el animal para tranquilizarlo y darle una sensación de protección, y en tal caso de que no pase la navidad en casa, dejar a su mascota en un lugar seguro con mucha agua y comida aislado de estos ruidos intensos. En algunos casos es necesario entrar en contacto con el veterinario para administrar cercano a estas fechas algún medicamento que los ayude a relajarse.
El temor que desarrollan los animales ante estos ruidos no debe tomarse como un chiste, ya que podrían desarrollar repercusiones en el animal como desequilibrios emocionales, depresiones y estrés. Muchas veces para nosotros que estamos concientes de el uso de los fuegos artificiales no nos provoca miedo el sonido que emiten los mismos, pero a nuestros animales sí. Y los nervios los hacen sentir amenazados y poco protegidos, y si son nuestras mascotas que deberíamos considerarlos como nuestros hijos mas bien porque se encuentran bajo nuestro cuidado y dependen de nosotros para tener un buen estilo de vida, no es justo de parte del dueño que les niegue este derecho, por lo que si tienes una mascota tal como un perro, un gato, o algún otro, no uses esta “forma de celebración” en casa ya que atentas contra su salud y la tuya, así ahorras dinero, previenes accidentes, contribuyes positivamente con el ambiente y tienes una mascota saludable y feliz.
No sólo los fuegos artificiales juegan con la salud de nuestras mascotas sino que también influyen en la nuestra, muchos niños entre los 10 y 14 años se ven afectados por heridas provocadas por el uso de estos juegos pirotécnicos que son poco seguro inclusive para aquellos que lo comercializan.
Claro está que el venezolano se ve obligado por necesidad a participar en la economía informal y no tiene conciencia de lo pernicioso que es el producto que esta comercializando para la salud en general. Es necesario concientizar a la sociedad venezolana para lograr que las autoridades correspondientes implementen una ley que prohíba el uso desmedido de estos productos y supervisar la venta correspondiente de los mismos en caso de que continúe su disponibilidad.
A continuación se les presentan dos medidas para proteger a sus mascotas recomendadas por la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales.
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